Las estrategias utilizadas en el espacio, se enfocan la búsqueda de un proyecto atemporal que ligue la tradición con la contemporaneidad cosmopolita, en sintonía con la identidad de la compañía.
Todos los muros de fábrica y las bóvedas de ladrillo macizo de los techos son encaladas, despojándose de cualquier revestimiento anterior. Permanecen vistas, con sus pátinas, marcas y heridas que permiten una lectura histórica. Un único material de acabado en la envolvente que se combina con pavimentos, puertas y mobiliario de madera de pino y el acero blanco para las carpinterías.
Para los espacios de exposición, se ha diseñado un mobiliario específico de manera que sirve tanto para exposición como para estocaje, con una cuidada iluminación con la triple función de alumbrar uniformemente el packaging / imagen corporativa, los diferentes frascos expuestos y el espacio envolvente. En la repisa de exposición se incorporaron unas ranuras para esconder catadores de porcelana. La iluminación en el local se ha concebido de forma que no esté presente pero que todo quede bien iluminado, poniendo acento donde corresponda para revalorizar los espacios y mostrar adecuadamente el producto, que adquiere protagonismo en la zona de exposición.
Los materiales, combinados entre sí, han sido elegidos para lograr una propuesta genuina. Son de origen local y se utilizan en coherencia con el proyecto. Tuvimos en cuenta sus características, sensaciones al tacto y comportamiento con la luz natural. Se priorizan materiales de bajo impacto ambiental, como madera para muebles y suelos. Certificado procedente de bosques gestionados de forma adecuada y respetuosa con el medio ambiente. Pinturas minerales de cal y transpirables que regulan la humedad, ofreciendo espacios saludables y confortables. Se favorece la ventilación natural cruzada desde el patio trasero a la calle. El patio ajardinó mucho de una manera que mejora la calidad y temperatura del aire. El bienestar de las personas y nos acerca a la naturaleza.
Las señales y heridas que presentan los muros mixtos de ladrillo y piedra existentes nos muestran el paso del tiempo. Estas «arrugas» permanecen intactas permitiendo una lectura interesante de las mismas en contraste con el cuidado en los detalles y los impecables acabados del mobiliario.
Con todo, se diseñan unos espacios personalizados y con una atmósfera única, en sintonía con los valores esenciales de una marca comprometida con la autenticidad, que permiten introducir la experiencia del propio producto y de la marca. Un diseño arquitectónico que permite experiencias sensoriales emotivas e intensas, como la de abrir un tapón de madera de un elegante frasco de exquisito perfume.
