La construcción y la reforma de cocinas, cuartos de baño, fachadas y piscinas dependen de la industria cerámica. Se necesitan materiales de construcción. Y, en España, su producción se centra fundamentalmente en la provincia de Castellón. Pero el ataque de Rusia a Ucraniaha bloqueado por completo este mercado, el azulejero. El motivo: las materias primas (el caolín y otras arcillas) provienen de Ucrania.

Más del 70% del material necesario para la fabricación de baldosas cerámicas (entre otras cosas, se utilizan para realizar alicatados) tiene su origen en el país presidido por Volodímir Zelenski, del cual gran parte llega desde la zona del Donbass, según apuntan fuentes de la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos, Ascer.

Aunque las empresas del sector cerámico castellonense tienen acopio de coalín y arcillas blancas para tres o cuatro meses, ya se ha puesto en marcha toda la maquinaria para buscar suministros y adaptarse a las características de las arcillas procedentes de otras regiones. El Panoceanis, un buque con bandera de las Islas Marshall, ha sido el último barco en descargar 40.000 toneladas de materia prima para la industria cerámica en el Puerto de castellón. Desde Ascer, que es la patronal del sector, manifiestan que entre el empresariado existe «una gran preocupación».

A día de hoy, hay tres factores cruciales que alertan no solo a la industria cerámica, sino a todos los sectores afines, del impacto que tiene el conflicto bélico en la economía española. En primer lugar, el bloqueo de las importaciones ucranianas, en este caso, de caolín y arcillas caolínicas.

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Sin embargo, la gran subida del precio del petróleo y del gas natural ya está teniendo sus consecuencias. Este es el segundo factor a tener en cuenta y el que más alarma a corto plazo. Hay empresas que amenazan ya con ejecutar ERTE en sus plantillas, debido a la subida de los costes de producción. De hecho, algunas compañías cerámicas, así como de transporte de granel sólido, ya están teniendo reuniones para ajustar sus plantillas. Algunas, incluso, se plantean el cierre de hornos.

El tercer motivo que pone en jaque a esta industria es el de los clientes. No solo se produce para España. De hecho, la mayoría de los azulejos y de las losas manufacturadas castellonenses se destinan a la exportación, en torno al 75%, según la patronal. Es decir, también llegan a otros países de la Unión Europea, Estados Unidos e incluso Rusia, comprador de baldosasas cerámicas producidas en Castellón con caolín ucraniano.

Por otra parte, las fuentes consultadas por ABC del sector de la construcción y las reformas, que es el principal consumidor interno de las baldosas cerámicas, manifiestan que los precios de la mayoría de materiales necesarios para llevar a cabo sus tareas han aumentado, en algunos casos, hasta un 50%. «No se prevé que suban, ya se han disparado», lamenta un empresario.

Castellón trae de Ucrania el 95,52% de las arcillas
En concreto, el Puerto de Castellón importa de Ucrania el 95,52% de arcillas con la que se fabrican los productos cerámicos, señalan fuentes de PortCastelló. «Se trata de un tipo de arcilla especial que solo se produce en las minas ucranianas y es, por lo tanto, el sector azulejero español el principal importador para la fabricación de pavimentos y revestimientos cerámicos», matizan.

Ucrania es el tercer país en importancia para el puerto de Castellón por volumen de tráfico de mercancías y Rusia se sitúa en la quinta posición, según los datos de PortCastelló. El muelle castellonense mueve con Ucrania tres millones de toneladas al año, lo que supone un 14% del tráfico total de sus instalaciones portuarias.

La Cámara de Comercio de Valencia coincide en que España tiene una «alta dependencia» de las arcillas blancas ucranianas. En ese sentido, en su último informe, advierte que conseguir proveedores alternativos va a suponer, «sin duda, precios más elevados». Estas alternativas son República Checa, Bulgaria y Rumanía.

El mismo documento de la Cámara de Comercio de Valencia apunta que esta supeditación a Ucrania ha aumentado en los últimos años por dos factores: el precio, muy por debajo de la media de otros países proveedores, y la cercanía geográfica. De ahí, la importancia de los puertos valencianos como enclaves estratégicos en el mar Mediterráneo.